09 julio, 2012

Freaks

Ayer estuve con alguno de mis amigos, no todos, pero sí los más allegados. Llegamos a una conclusión: somos tan raros que nos creemos tan normales que empezamos a ver rara a la gente que es normal.

Seguro que ahora estará el filosofillo de turno rebatiendo: "¿Pero qué es la normalidad?"

La normalidad es la característica que poseen los objetos o personas de seguir ciertas normas establecidas de antemano, por lo que sí, somos raros. Os explico:

En España iremos de avanzados y progres, pero debemos confesar que hay mucho machismo todavía, los hombres hablan de fútbol, las mujeres de Sálvame o de la novela de la 1, los hombres son rudos y crueles, mientras las mujeres son sensibles y encantadoras y los hombres son unos promiscuos y las mujeres castas y puras. Aunque suene machista, estas son las convenciones, estas son las normas que la mayoría de la gente sigue.

Nosotros no, os cuento:

En el grupo predominan generalmente las mujeres, pero las mujeres no tienen ese típico comportamiento femenino que contaba arriba, no, es más, el micromachismo nos afecta siempre, cada vez que vamos a un bar, el camarero siempre nos pone la cerveza a nosotros y las Cocacolas a ellas, siendo yo la única excepción en el grupo, las cervezas son para ellas (y para mí) y las Cocacolas para ellos.

La de la administración de quinielas y loterías se sigue sorprendiendo de que las que echan las quinielas son ellas y nosotros nos limitamos a mirar qué ponen. Cuando quedamos para ver el fútbol, ellas son las que comentan las jugadas y las que aciertan, con razones y explicaciones de peso, quienes van a ser los cambios, nosotros nos limitamos a comentar cosas banales como la gente estúpida que sale en las gradas o preguntar continuamente qué es un fuera de juego, cosa que todavía nos cuesta mucho entender.

Pensaréis, seguro que es un grupo en el que los hombres son gays y las mujeres lesbianas, de ahí que todo esté al revés. ¡NO!, solo hay un gay y una lesbiana, casualmente, los cabecillas del grupo, es bastante raro que un gay y una lesbiana "lideren" de alguna manera un grupo de heteros.

Tenemos una facilidad de crítica que más quisiera un programa de debate, nos criticamos hasta decir basta con insultos y comentarios hirientes, muchas veces nos hacemos el día imposible y el peor día es cuando traes a tu pareja para que conozca a tus amigos... mientras tú lo pasas mal porque te dejan en evidencia delante de él/ella, él/ella lo pasa mal porque pasa por un interrogatorio que ni el que disparó al Papa sufrió.

Si sabemos que alguien odia algo, lo traemos, si te dan miedo los pájaros, intentamos que las palomas del parque salgan volando hacia ella, si te dan miedo las cucarachas, cuando pasamos por sitios oscuros comenzamos a hacer comentarios como "siento algo subiéndome por la pierna". Imagínate lo que podemos hacer cuando alguien se siente mal y tiene ganas de vomitar.

Nuestras peores fotos están a disposición de cualquiera en cualquier red social, se vuelven a subir con cierta periodicidad, para que no sean olvidadas y se comentan continuamente para que siempre aparezcan en el muro principal. Además, si alguien entra nuevo en el grupo, se le hace saber sobre la existencia de aquellas fotos.

No hay ninguno igual al otro, todos tenemos una característica que nos hace totalmente distinto al otro, aún así nos aguantamos como buenamente podemos. Toda la gente que termina conociéndonos se hace la misma pregunta, cómo os lleváis bien si no tenéis nada en común y os tratáis fatal.

Creo que somos los únicos amigos que superando la edad de los 20 años seguimos manteniendo una relación desde la guardería, creo que ahí está la base de todo, hemos mamado lo mismo.

Somos raros, pero nos queremos/odiamos

Álvaro Geller

P.D.: El día 25 es mi cumpleaños, espero que os acordéis de este blog cuando me compréis el regalo.


Podéis seguirme en Twitter: @AlvaroGarr

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