Según la gente, fue un discurso atípico, si nos ponemos a pensar, pocos discursos se dicen por una pareja de hombres, la mayoría suelen ser dichos por una sola persona o en el caso de una pareja, esta está compuesta por un hombre y por una mujer.
Además, fue bastante irónico hacia todos los sectores, a la misma vez que educado, pero siempre con un toque de humor. He de confesar que el discurso no se dijo tal y como lo vais a leer aquí abajo, puesto como dice uno de mis profesores favoritos: "un buen orador es aquel que lee el principio del párrafo y luego mira al público e improvisa el final con lo que ya tiene escrito, como era el caso de Martin Luther King", por lo que en afán de mirar al que en ese momento era mi público, improvisé más de dos o tres líneas.
Todo esto no podría haber salido bien sin la buena compenetración que tuvimos mi compañero y yo, tanto a la hora de componer el discurso, como a la hora de exponerlo, puesto que ambos teníamos en mente hacer un discurso en la misma línea. Todo esto se pudo comprobar en las numerosas felicitaciones que recibimos más tarde por parte de familiares, compañeros de clase, compañeros de otras carreras, profesores e incluso el decano y esos hombres con gorritos de lámpara de diseño vintage que presidían la ceremonia.
Sin más dilación... here it is!
- Buenas
tardes
- Good evening
- Bienvenidos a nuestra graduación
- And welcome to our graduation
- Agradecemos
a todos vosotros que hayáis tenido el interés y las ganas de haber decidido
venir a vernos en una noche tan especial para nosotros, como es esta, el día de
nuestra graduación, el culmen de nuestra carrera universitaria
- Mmm mmmm mmm Thank you
- Lo
primero, enhorabuena a todos, también a los de Humanidades, Filología Francesa
y Árabe, y aunque no nos escuchen, a los de Filología Hispánica y Clásica,
Historia, Lingüística.
- El ser humano tiene una
extraña costumbre de celebrar las peores transiciones de su vida. Celebramos el
pasar de ser un año más joven a un año más viejo, hacemos ceremonia del paso de
la vida a la muerte y esta noche celebramos el paso de la estupenda vida del
estudiante a pertenecer al grupo de los 5millones… la cola del INEM
- La verdad es que no nos ha cogido por
sorpresa, sobre todo, teniendo en cuenta que las primeras palabras que nos
dijeron en la ceremonia de inauguración de la carrera fueron:
- “agradecemos la
confianza que habéis depositado matriculándoos en una carrera de letras”
- Graduarse
(o Licenciarse en nuestro caso) es una palabra complicada. El diccionario de la
RAE seguro que da una definición, pero dudo que pueda aplicarse a todos y cada
uno de nosotros, ya que para cada uno de vosotros significa algo diferente.
Para algunos puede ser librarse de aquel profesor que nos ha hecho la vida
imposible (seguro que todos tenemos a alguno en mente); para otros despedirnos
de amigos a los que dejaremos de ver todos los días en la cafetería; quizás
dejar de tener que escribir portafolios y comentarios de texto; y seguro que
hay alguno que echa de menos hacer exámenes. Si algo tenemos todos en común es
que es el fin de una etapa, pero sobre todo el principio de otra mucho más
importante, el resto de nuestra vida.
- El entrar en la carrera
no ha sido más que el principio de un proceso de conversión de cuatro años
entre pasar de ser gente normal, aspirante a tener una vida normal y la gente
nos saludaba de una forma normal con un simple “hola, qué tal el día” a “tú
sabes inglés, no? Tradúceme esto” y empezamos a sufrir dolores de barriga,
cabeza u ojos, al ver gente decir “GOOGLE”, “YOUTUBE” o “jajta” cuando se
refieren al hashtag de tuiter.
- Pensad
en un momento hace cuatro años. La mayoría acabábamos de empezar la carrera,
para muchos la primera, y todos estábamos llenos de ilusiones, expectativas y
ganas de aprender. De alguna manera o de otra todos teníamos la misma meta, el
día de hoy; sin embargo, seguro que no somos las mismas personas. Muchos
acababan de terminar Bachillerato, hecho selectividad y acabado en la UCA,
otros venían rebotados de otras carreras, otros se unirían más tarde, pero
todos recorreríamos el mismo camino, un camino que acaba aquí, pero éste camino
era sólo el primero (y el más fácil).
- Durante estos cuatro
años hemos pasado de ser simples humanos a ser máquinas pensantes para terminar
creando una máquina que pueda pensar por/para o con nosotros. Hemos aprendido a
debatir cosas que ni si quiera se han creado y sobre todo hemos aprendido a
hablar de temas de los que no teníamos ni idea.
- El
camino no ha sido siempre fácil, y hay cosas que nunca olvidaremos. Los viajes
en tren o autobús o en coche a las 7 de la mañana, cuando el sol apenas empieza
a asomarse tímidamente. Nuestro querido amigo Chomsky, omnipresente durante
toda la carrera, que ha seguido dándonos quebraderos de cabeza incluso después
de dejar la lingüística. EL principio de Cooperación y las máximas de Grice. La
literatura anglosajona y Beowulf.
- Nos hemos convertido en
gente repelente, me di cuenta de esto cuando una amiga (que se encuentra hoy
entre nosotros) me dijo que me había convertido en la raya roja del Word porque
siempre andaba corrigiendo a la gente, por ejemplo, mis familiares ya están
pensando en si dejarme herencia o no. A pesar de ser la raya roja del Word, seguimos
sin sacarle partido al Campus virtual, se nos sigue quedando pillado cuando
mandamos el trabajo a última hora y todavía no sabemos enumerar las páginas en
el Open Office.
- En
fin, seguro que os hacéis una idea. Pero hay un dicho que dice que lo que no nos
mata nos hace más fuertes, y todos seguimos aquí, ¿no?
Llegamos
aquí sin saber la diferencia entre un crédito normal o uno de libre
configuración, ni la diferencia entre una troncal y una obligatoria, ni por qué
teníamos dos profesores para una asignatura y a veces nunca hemos llegado a
conocer a uno de los dos. Pero tranquilos, ya, una vez terminada conocemos todo
lo que esté relacionado con hacer una matrícula… menos una matrícula de honor.
- También nos convertimos
en cazadores de mitos, empezamos a descubrir que esas absurdas leyendas sobre
la universidad eran falsas, como que no pasaba nada si no venías a clase, que
te pasas mucho tiempo en la cafetería jugando al mus o que todo sería más fácil
puesto que estabas estudiando algo que te gusta, por lo que pondríamos más
interés en las asignaturas… mentira.
También hay grandes leyendas
que nos ha encantado desmentir, como que estudiar filología inglesa es aprender
inglés y estudiar a Shakespeare,
como que los profesores no se saben ni tu nombre, que no tienen compasión contigo y el típico “si no entiendes nada,
te aguantas”… todo mentira, aunque creo
que eso solo es mentira en esta facultad.
- Afortunadamente
nos hemos topado con profesores bastante comprensivos, que han sabido tendernos
la mano y que han viajado, en varias ocasiones, cruzando la línea entre
profesor y compañero//
//Que se preocupaban por
nosotros y nos alejaban del mal de la sociedad poniendo nuestros cuerpos y
mentes a salvo haciendo coincidir las entregas de los trabajos con las festividades
de todas nuestras ciudades: carnaval, feria, Navidades…
Para
más INRI, nos cogían cariño y nos suspendían asignaturas para asegurarse de
volver a vernos de nuevo en septiembre, y si nos querían mucho, para vernos
también el curso siguiente.
- Otra de las grandes
leyendas es aquella que cuenta que los mejores amigos salen de la universidad,
esto no es mentira, esto es de las grandes verdades del mundo. Amigos de los
que sus apuntes nos han hecho aprobar más de un examen o dos y que su
explicación en el patio antes de entrar en el examen nos ha encendido la
bombilla lo justo como para poder salir airoso de alguna que otra pregunta.
- Me
siento honrado de haber podido compartir estos 4 años con todos vosotros. Como
una gran familia, la convivencia no siempre ha sido fácil, han habido riñas y
discusiones, pero al fin y al cabo todos nos hemos apoyado, ayudado en momentos
de necesidad, y me gusta pensar que si ya no soy el chico que se encontraba
perdido hace cuatro años es gracias a vosotros.
- Queremos hacer una
especial mención a aquellas personas que nos han hecho mucho más amenos estos
cuatro años, gente que nunca nos ha dado clase pero que sin ellos no estaríamos
aquí hoy. Todo el equipo de la facultad, los primeros que entran y los últimos
que salen: las limpiadoras; los camareros y cocineros de cafetería; conserjes,
bedeles, secretarios y demás personal que aguantaban nuestras preguntas una
tras otra, que nos servían el desayuno todas las mañanas con una sonrisa, que
limpiaban las aulas que nosotros usábamos. Muchas gracias a vosotros también.
- Un
profesor me dijo en los últimos días de clase: vais a echar de menos esto,
cuando vuestro mayor problema sea terminar un comentario a tiempo o aprobar una
asignatura. Todos sabemos que vamos a echar de menos esto, aunque puede que
unos más que otros, pero por muchos problemas a los que nos enfrentemos en
nuestras vidas, yo me quedo con que hemos llegado hasta aquí, que después de
tantas noches de estudio, tanto sacrificio y trabajo, podemos con cualquier cosa
que nos echen por delante.
- Por último, antes de
despedirnos, nos gustaría pediros un favor. Nos gustaría que todos los que se gradúen esta noche se
levantasen un momento y se dieran la vuelta. Ahora vamos a proceder a dar las
últimas gracias de la noche, estáis
mirando a la gente que nos han pagado el
bus, nos han apoyado en la época de exámenes, los que nos han dicho que todo va a salir bien, los primeros que
nos preguntan cómo nos ha salido el examen, los últimos en desearnos suerte y a los primeros que llamamos a gritos
cuando descubrimos que esa asignatura que pensábamos que estaba suspensa está
aprobada. Nuestras madres, padres, hermanos, hermanas, amigos, amigas… toda esa gente que estamos mirando a los
ojos en este momento han cumplido esa función y es la razón por la que estén
aquí con nosotros esta noche, razón más que suficiente para ganarse este
aplauso que le vamos a regalar ahora mismo.
Por
último, como diría Robert Frost:
Aunque el camino haya
sido encantador,
también ha sido duro y profundo. Todavía
nos queda un largo camino que cumplir y millas que andar antes de irnos a
dormir y millas que andar antes de irnos
a dormir
Álvaro Luther King
No hay comentarios:
Publicar un comentario