16 junio, 2009

Headache

Muy buenas noches queridos lectores:

Perdonadme si esta actualización queda un poco extraña, porque la estoy haciendo bajo los efectos del dolor de cabeza, pero no sé, la novedad de actualizar me puede y creo que voy a empezar a convertir esto en una costumbre tan mala como el cigarrillo en el WC justo después de levantarme.

Según el DRAE, en su primera definición, el dolor es:

dolor.

(Del lat. dolor, -ōris).

1. m. Sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior."


y si le añadimos la parte del cuerpo (siempre según el DRAE):


cabeza.

(Del lat. capitĭa).

1. f. Parte superior del cuerpo del hombre y superior o anterior de muchos animales, en la que están situados algunos órganos de los sentidos e importantes centros nerviosos.


Definido esto podemos empezar, ¿qué cosas provocan un dolor de cabeza?, en mi caso, hoy día, no lo sé ha venido de repente, y sin ningún motivo, aunque todo apunta a ser por culpa del calor y el viento, que se ha levantado de repente. Quizá sea porque la cabeza, nunca mejor dicho, no la tengo donde la tengo que tener. En fin, que hoy día, mejor dicho, hoy noche, siento como si Esther de OT 2008 me estuviese cantando por Montserrat Caballé (mis respetos a la cantante, lo decía por los tonos altos).

Respecto a los tonos altos, me surge una pregunta, ¿por qué la gente pequeña habla en una frecuencia mucho más alta que la gente alta?...paradoja de la vida. Y hablando de gente pequeña, enlacemos el tema a gente inaguantable, así, porque me da la gana.

Hay un cierto dicho que dice: "Pequeña pero peleona", y le doy toda la razón del mundo, pequeña y peleona, pero ¿de qué sirve ser peleón cuando no eres nadie?, a ver, yo soy pacifista, aunque también lo digo, me gusta más una discusión que comer con las manos, pero las discusiones por causas justas, a ver, que nos entendamos, si yo discuto contigo es porque estás haciendo algo que: o no me conviene; o no me gusta. Con estos rasgos podemos definir a dos tipos de personas: los que no se callan y los que deberían hablar más. Seguro que hay una gran cromática entre estos dos aspectos, pero lo voy a hacer a rasgos generales, no quiero escribir mucho, ya sabéis, no me quiero meter otra vez en el conflicto España-Lectura (no la revista).

Los que no se callan. Entendemos por persona que no se calla, a una persona que ejerce y da bien uso a su habilidad humana del lenguaje, más bien que bien uso; el uso excesivo, pero no me voy a meter en eso. Esas personas que creen saberlo todo, manejarse en todo, y que se creen que porque se hayan leído Don Quijote de la Mancha y los tres primeros capítulos de El código da Vinci, pueden, mejor dicho, se creen en el deber de dar su punto de opinión.

Por ejemplo, el otro día en el autobús escuché a dos hombres discutiendo, mi amigo y compañero F.J.P.C. puede confirmar este hecho, sobre la política Europea, uno de ellos (llamémosle Inculto1) acusaba a España de querer llevarnos a la crisis y que uno de los hechos para hacerlo fue el Euro, la moneda única, y se preguntaba la siguiente cuestión: Si España no nos hubiese querido meter en la crisis, ¿por qué no hizo como Inglaterra?, nos podría haber dejado con dos monedas como a ellos, ellos tienen la libra y el euro, por qué nosotros no nos quedamos con la peseta y el euro?" Querido lector, espero que os hayáis dado cuenta de la gran cagada que cometió ese hombre, si no, cerrad ya esta ventana y haced un collage para subirlo al Tuenti.

Los que deberían hablar más. Entendemos por persona que calla demasiado a la hora de decir más de una cosa a los que hablan demasiado, por supuesto, ¡delante! de los que hablan demasiado, pero detrás largan que no veas, se convierten en un "casi hablas demasiado".

Si te soy sincero, tengo un poco de ambos, ni me callo las cosas, y si me caes bien, quizá me calle más de dos, pero algún día te las terminaré diciendo. Si tenéis la desgracia de conocerme en persona, seguramente ya os habréis dado cuenta de esto.

Ya sé que no nos llevamos bien, y que quizá tú y yo nunca tengamos una relación buena, nos hablamos y tal porque hay gente que nos importa entre los dos, mejor dicho una persona que nos importa, el resto de la gente, para que lo sepas, son del grupo de "Los que deberían hablar más"

Álvaro Jiménez Losantos

PD.: Tus chillidos dan dolor de cabeza

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